Reseña publicada en ‘Artes y Letras’ de Heraldo de Aragón el sábado 24 de junio de 2023.
La condición radical, Joaquín Fabrellas, Libros del innombrable, 2023.
Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, 1942) es una de las voces más personales y arrolladoras de nuestra poesía contemporánea, habiéndose granjeado un lugar significativo en el discurso historiológico de nuestra poética, en el que se destaca como figura clave para el nacimiento de la Generación Novísima y que también le apuntala como discontinuidad en esa línea temporal, siendo —según sostiene Fabrellas— la inflexión que marcó en España el cambio de época lírica producido en el último tercio del siglo XX, hecho que claramente constituiría un hito del discurrir de sus épocas.
Al igual que las moléculas con un electrón liberado aumentan su potencial de reacción, la poesía de Ferrer Lerín —atendiendo a la lectura de estudio de Joaquín Fabrellas, La condición radical, publicado por Libros del innombrable esta misma primavera—, compuesta en buena medida a través de un proceso de arqueologización de textos no literarios, resulta una formulación tan radical como original, absolutamente inesperada, dando lugar a una poética de la resignificación y la semántica, frente a la poesía que emplea el lenguaje como suma de fichas de un valor dado, perfectamente establecido, como si las palabras no fueran sino tokens de una atracción de feria. Fabrellas, en su detallado estudio, nos desgrana las tres etapas fundamentales de su creación. La primera de ellas la integrarían las tres publicaciones que vieron la luz en 1964, 1971 y 1987 (De las condiciones humana, La hora oval y Cónsul), en las que Ferrer recoge los textos que escribiera entre los años 1960 y 1973. La segunda es la etapa ágrafa: un silencio escritural de 30 años; dando el retorno a la grafía, y a su publicación, contexto a la tercera de sus etapas. También arman esta monografía de la lírica ferrerleriniana el análisis de algunos de sus poemas, la identificación y descripción de los recursos definitorios de su estilo y que distinguen su poética, la inclusión de fragmentos del diálogo entre el estudioso y el estudiado, una breve antología con versos de aparición menos recurrente, las necesarias biografía y bibliografía; así como una conclusión en la que se suman las tesis principales del análisis que Fabrellas nos ofrece de la obra poética de Ferrer Lerín.
Queda, como poso de esta lectura, un entendimiento mayor del desarrollo y la intención del poeta barcelonés, que —en mi caso— invita a observar su trabajo no sólo como una suerte de palimsestación, de reescritura a partir de escrituras no literarias, sino como un proceso en el que el lenguaje es la obra en sí. Frente a la idea anterior a este estudio, que podría invitar a ver parte de su proceso creativo como la necrofagia de textos abandonados en muladares recónditos con los que alimentar un “cadáver exquisito”, Fabrellas demuestra que lo que en realidad se da es un proceso de restauración y resignificación, el cual comienza —como cualquier otro proceso arqueológico— con el limpiado y vaciado, el afianzamiento y realce de la estructura, la restauración del color y singularidad del hallazgo, siendo la última y —tal vez más importante de estas fases— la combinación radical, intuitiva y resignificada del hallazgo junto a otros fragmentos con los que éste entra en diálogo y produce una resonancia nueva. Es en esta alquimia —en este hilar las cartas en jugadas sorprendentes, ganadoras—, en el que se valida la coherencia de una obra singular y recurrente en sus aciertos, una poesía abierta a la interpretación libre, pero también a la arqueología, a la indagación detectivesca, en busca de los referentes que puedan conducir hacia la intención arcana del poeta.
Así pues, nos encontramos ante una volumen muy completa y minuciosa, cuyo objeto es contemplar, definir, analizar y hacer más asequible la obra poética de Francisco Ferrer Lerín, entregándonos Fabrellas un trabajo valioso tanto para quienes sientan la lógica curiosidad hacia el hacer ferrerleriniano, como para quienes quieran profundizar en la observación del vuelo de esta rara avis.
Ricardo Díez Pellejero 